REFORMA PROTESTANTE
Es
movimiento religioso cristiano, iniciado en Alemania en el siglo XVI por Martín
Lutero, que llevó a un cisma de la Iglesia católica para dar origen a varias
iglesias y organizaciones agrupadas bajo la denominación de protestantismo.
La
Reforma tuvo su origen en las críticas y propuestas con las que diversos
religiosos, pensadores y políticos europeos buscaron provocar un cambio
profundo y generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia católica, además
de negar la jurisdicción papal sobre toda la cristiandad. El movimiento
recibirá posteriormente el nombre de Reforma Protestante, por su intención
inicial de reformar el catolicismo con el fin de retornar a un cristianismo
primitivo.
En
el siglo XVI el continente europeo fue sacudido por una serie de movimientos
religiosos que cuestionaban abiertamente los dogmas de la Iglesia Catolica y la
autoridad del Papa. Estos movimientos, fueron aparentemente de caracter
religioso. Sin embargo, tenia causas economicas ya que la Iglesia Catolica
combatia la usura (prestamo de dinero a cambio de interes), es decir, defendia
el precio justo (teoria incompatible con el sistema economico de la epoca);
Tambien jugaron un papel decisivo los principes alemanes en la Reforma
Protestante, ya que, protegieron y ayudaron a Martin Lutero en la difusion de
la Reforma Protestantes en sus territorios; sin embargo los gobernantes
alemanes no fueron movidos por motivos religiosos, sino mas bien por la sed de
bienes o riquezas que poseia la Iglesia Catolica en sus territorios (expropiacion
de bienes de la Iglesia).
Los
principales exponentes de la Reforma Protestante fueron Martín Lutero y Juan
Calvino.
Causas
de la Reforma Protestante
- la
venta de los cargos eclesiasticos, la venta de reliquias, y especialmente a la
famosa venta de indulgencias de los pecados, fueron la causa inmediata de la
critica de Martin Lutero y el inicio de la Reforma Protestante en Alemania. El
Papado garantizaba el perdon de los pecados por la compra de indulgencias a la
Iglesia, el dinero obtenido se utilizo para financiar la construcción de la
Basílica de San Pedro.
-
Los miembros de la alta jerarquia del clero vivian ostentosamente, totalmente
alejados del pueblo y sus problemas. Decadencia moral de la Iglesia preocupada
por cuestiones temporales y no espirituales.
-
Cambios en la economia europea, juntamente con el ascenso de la Burguesia, por
eso, algunas corrientes de movimientos reformistas se adecuadaron a las
necesidades religiosas de la burguesia, al valorizar al hombre emprendedor y
asi justificar la busqueda del "lucro", siempre condenado por la
Iglesia Catolica.
Antecedentes
de la Reforma Protestante
En
el siglo XIV, el reformador ingles John Wycliff tradujo la biblia, desafiando
asi la autoridad papal, tambien censuro el culto a los santos y reliquias. El
reformador checo Juan Huss difundio aquellas doctrinas en la region de Bohemia
(SIRG) e impulso la creacion de una Iglesia nacional.
El
Cisma de Occidente (1378-1417) debilito gravemente la autoridad pontificia y se
tuvo la necesidad de reformar a la Iglesia Catolica.
El Renacimiento y la
invencion de la imprenta volvieron a encender las criticas hacia la Iglesia
Catolica Romana: la Corrupcion e hipocresia del clero en general, la ignorancia
y la superstición de las ordenes sacerdotales, la ambicion de poder temporal de
los Papas. Estas criticas fueron hechas por los Humanistas Lorenzo Valla en
Italia del siglo XV, y Erasmo de Rotterdam en los Paises Bajos, Juan Colet y
Tomas Moro en Inglaterra, Johann Reuchlin en Alemania, Jacques Lefevre
d'Etaples en Francia en el siglo XVI.
Estos personajes frutos de Humanismo
buscaban conciliar el movimiento humanista con el mensaje de las Escrituras, y
criticaron algunas practicas de la Iglesia Catolica. Estos cuestionaietos de
los filosofos humanistas fueron la base de los movimientos religiosos
reformistas de Martin Lutero en Alemania y de Juan Calvino en Suiza, los cuales
abogaban por la Biblia como fuente de toda autoridad religiosa, en lugar de la
Iglesia.
Teorias del Luteranismo
El año 1517 en la ciudad de Wittenberg, Martin Lutero publico las
"95 tesis contra la venta de indulgencias" . El año 1520,
Martin Lutero fue excomulgado por el Papa Leon X
- El hombre solo puede alcanzar la salvacion por la fé.
- Reconocimiento de solo dos sacramentos: el Bautismo y la Eucaristia (negacion de la transubstanciacion)
- La Biblia es la unica fuente de verdad divina, debe traducirse al idioma
autoctona de cada pueblo.
- Libre interpretacion de la biblia (libre albedrio), no se
necesita de un sacerdote para interpretar la biblia (sacerdocio universal)
- Eliminacion de jerarquias religiosas, rechazo del celibato.
La Reforma Protestante dividio Alemania en dos areas religiosas: Al norte el Luteranismo y el Sur, donde la influencia del emperador, Carlos V, era mayor, prevaleciendo el Catolicismo. Estos hechos hizo que la Iglesia Catolica perdiese gran parte de sus tierras y de los tributos que recibia (diezmos, primicias, etc).
Consecuencias de la Reforma Protestante
-
El poder y las riquezas perdidas por la Iglesia Catolica Romana fueron
transferidos hacia los nuevos grupos sociales en ascenso y para la corona.
-
Varias regiones de Europa consiguieron su independencia politica, religiosa y
cultural, incluso en paises como Francia y la region actual de Belgica, donde
el Catolicismo Romano prevalecio, un nuevo individualismo y nacionalismo fueron
desarrollados en la cultura y en la politica
-
La destruccion de la autoridad medieval libero al comercio de las actividades
financieras con restriccion religiosa y promovio el capitalismo.
- Durante la
Reforma Protestante, las lenguas nacionales y la literatura fueron estimuladas
a traves de la difusion de textos religiosos escritos en la lengua materna de
cada region y no en latin.
-
La educacion fue, tambien, estimulada por las nuevas ideas. Fundaron escuelas:
Juan Colet en Inglaterra, Juan Calvino en Ginebra y los principes protestantes
en Alemania
-
La religion dejo de ser monopolio de una minoria clerical privilegiada y paso a
ser una expresion mas directa de las creencias populares. Sin embargo, la
intolerancia religiosa se mantuvo firme, por lo menos, durante mas de un siglo.
FILOSOFÍA HUMANISTA
El
humanismo, en el sentido amplio, significa valorar al ser humano y la condición
humana. En este sentido, está relacionado con la generosidad, la compasión y la
preocupación por la valoración de los atributos y las relaciones humanas.
El
humanismo fue un movimiento filosófico, intelectual y cultural que comenzó en
Italia en el siglo XIV con el Renacimiento y se extendió a través de Europa,
rompiendo con la fuerte influencia que ejerció la Iglesia católica en todos los
órdenes de la vida durante la Edad Media.
El
teocentrismo, por ejemplo, que concebía a Dios como el centro de todo, deja
paso al antropocentrismo, donde el hombre ocupa el centro y se erige como la
medida de todas las cosas. En este sentido, el humanismo exalta las cualidades
de la naturaleza humana sin recurrir a ninguna religión para ello.
La
filosofía humanista ofrecía nuevas formas de pensar y reflexionar acerca de las
artes, las ciencias y la política, lo cual revolucionó el ámbito cultural y
supuso un periodo de transición entre la Edad Media y la Modernidad.
A
través de sus obras, los intelectuales y los artistas humanistas exploraron
temas inspirados en los clásicos de la antigüedad grecorromana, que eran sus
modelos de verdad, belleza y perfección. Algunos autores humanistas de gran
importancia de aquel periodo fueron Giannozzo Manetti, Marsilio Ficino, Erasmo
de Rótterdam, Guillermo de Ockham, Francesco Petrarca, François Rabelais,
Giovanni Pico della Mirandola, Tomás Moro, Andrea Alciato y Michel de la
Montaigne, entre otros.
En
las artes plásticas y en el campo de la Medicina, el humanismo propició obras
enfocadas en el estudio de la anatomía y del funcionamiento del cuerpo humano.
Por su parte, en las ciencias, se produjo la secularización del saber
científico y ocurrieron importantes descubrimientos en diversas ramas del
saber, como la Física, las Matemáticas, la Ingeniería o la Medicina.
Humanismo
y Renacimiento
El
humanismo sentó las bases y los fundamentos ideológicos del Renacimiento
europeo. El humanismo renacentista, como tal, surgió con una nueva postura
hacia las doctrinas religiosas en vigor de aquel momento, y con un consiguiente
alejamiento de estas doctrinas para poder realizar una evaluación más racional
de estas. Durante el Renacimiento, el humanismo también se caracterizó por los
intentos de liberar al ser humano de las rígidas reglas del cristianismo de la
época medieval. En un sentido amplio, el humanismo en este periodo batalló
contra el oscurantismo de la Edad Media, y llevó a la creación de un
comportamiento y una conducta científica, libre de normas teológicas.
Humanismo
y Literatura
El
humanismo también corresponde a una escuela literaria que tuvo gran importancia
en los siglos XIV y XV. En la literatura, se destacó la poesía palaciana, es
decir, la surgida dentro de los palacios, escrita por nobles que retrataron los
usos y las costumbres de la corte. Algunos de los escritores italianos que causaron
más impacto fueron Dante Alighieri con la Divina comedia, Petrarca con el
Cancionero y Boccaccio con el Decamerón.
Humanismo
secular
El
humanismo secular, también conocido como el humanismo laico, es un movimiento
filosófico que se ocupa de la justicia social, la razón humana y la ética. Los
humanistas seculares, seguidores del naturalismo, fueron generalmente ateos o
agnósticos, al mismo tiempo que renegaban de la doctrina religiosa, la
pseudociencia, la superstición y el concepto de lo sobrenatural. Para los
humanistas seculares, estas áreas no son vistas como el fundamento de la
moralidad y de la toma de decisiones. Por el contrario, un humanista secular se
basa en la razón, la ciencia, la experiencia personal y el aprendizaje a través
de los relatos históricos, que se constituyen como los soportes éticos y
morales dan sentido a la vida.
VÍDEO SOBRE LA DIFUSIÓN DEL HUMANISMO
VÍDEO SOBRE LA DIFUSIÓN DEL HUMANISMO
EL RENACIMIENTO
Fue un fenómeno cultural o movimiento de revitalización
cultural que surge en Europa Occidental durante el siglo XIV, que se desarrolla
en los siglos XV y XVI y que se muestra como característica esencial su
admiración por la antigüedad grecorromana. Este entusiasmo, que considera las
culturas clásicas como la realización suprema de un ideal de perfección,
explica el calificativo de Renacimiento, pues en verdad se trataba de un
renacer, de un volver a dar vida a los ideales que habían inspirado aquellos
pueblos.
También
se puede afirmar que el Renacimiento es uno de los grandes momentos de la
historia universal que marcó el paso de mundo Medieval al mundo Moderno. Es un
fenómeno muy complejo que impregnó todos los ámbitos yendo, por tanto, más allá
de lo puramente artístico como ha querido verse.
La
educación empieza a cobrar una importancia primordial y, como las normas
medievales no funcionan, se acude a los clásicos de la Antigüedad, quienes
actúan como modelos y estímulo. La recopilación de los códices antiguos, el
análisis y asimilación del espíritu que animaba a griegos y romanos constituye
el movimiento denominado Humanismo.
El
término Renacimiento, entonces, simboliza la reactivación del conocimiento y el
progreso tras siglos de predominio de la mentalidad dogmática establecida en la
Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el
mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias,
revisando el teocentrismo medieval y sustituyéndolo por un cierto
antropocentrismo.
Las transformaciones culturales del
Renacimiento
En
cuanto a cultura y modo de vida en el Renacimiento, se puede decir que mientras
en la era anterior, que a su vez marca el principio del renacimiento, la gente
vivía dentro de grandes propiedades de nobles de la época llamadas feudos y
cada uno de estos tenía dentro de sus propiedades todo lo que necesitaba para
ser autosuficiente, ahora se cambia este tipo de vida y comenzaron a
desarrollarse propiamente lo que son las ciudades y las villas o poblaciones,
pasando poco a poco el dominio de la comunidad a los comerciantes y fabricantes
de todo tipo de bienes (tanto de necesidad como suntuarios) y que la gente, ya
fuese noble o plebeya, requería o deseaba poseer.
En
el Renacimiento cabe destacar también el desarrollo de la arquitectura, así
como la creación de grandes obras de la literatura universal como "La
Divina Comedia", de Dante Alighieri; obras también surgieron de Francisco
Petrarca y Juan Boccaccio y muchos otros literatos.
La
formulación clásica de lo que es el Renacimiento se debe, en principio y sobre
todo, a la obra del historiador suizo Jacob Burckhardt, La cultura del
renacimiento en Italia (1860). Sus tesis -un nuevo espíritu italiano que se
caracteriza por la exaltación del individuo, como hombre y como ciudadano, y de
la dignidad del hombre, el interés por leer y comentar los textos literarios
antiguos, griegos y romanos, el «descubrimiento del mundo y del hombre» a
través de los viajes, la exploración y la observación de la naturaleza, la
ruptura con las ideas medievales sobre la sociedad, la naturaleza y la
filosofía- han sido, no obstante, parcialmente discutidas por la crítica historiográfica,
sobre todo en lo que se refiere al supuesto de ruptura con la Edad Media y a la
definición de ésta como época de oscuridades.
Se levantó así una controversia sobre el
sentido fundamental del Renacimiento y del humanismo renacentista: si uno y
otro suponen una ruptura real con la cultura de la Edad Media, uno de cuyos
efectos principales sería la revolución científica, o si en realidad los
humanistas, principales protagonistas del Renacimiento, han de considerarse
sólo un paréntesis -por ser sólo studia humanitatis- en la evolución natural de
la filosofía aristotélica medieval hacia la aparición de la ciencia moderna.
Pierre Duhem y Marshall Clagett, junto con Gilson, Kristeller, Crombie y otros
defienden el segundo punto de vista. La originalidad de la revolución cultural
del Renacimiento, en cambio, tal como supone la primera postura, es defendida
autorizadamente, entre otros, por Alexandre Koyré y Eugenio Garin .
El
humanismo es el principal agente del Renacimiento; Garin identifica totalmente
ambos conceptos. Francesco Petrarca (1304-1374), amigo de Bocaccio (Sobre la
propia ignorancia y la de otros muchos, 1367) es considerado justamente el
primer humanista; le siguen Coluccio Salutati, Leonardo Bruni (1370/74-1444),
Poggio Bracciolini (1380-1459), todos ellos cancilleres de la ciudad de
Florencia; Leon Battista Alberti (1404-1472), matemático, arquitecto, filósofo
y teórico de la belleza en el arte; Gianozzo Manetti (1396-1459), autor de De
dignitate et excellentia hominis (1452), el primero de los elogios
renacentistas de la dignidad del hombre, escrito contra la concepción medieval
de la miseria de la vida humana; Ermolao Barbaro (1453-1493), comentador y
traductor de Aristóteles, e impulsor asimismo de sus doctrinas; Lorenzo Valla
(1407-1457), filósofo y filólogo en la corte de Alfonso de Aragón, en Nápoles,
uno de los más célebres humanistas (Sobre el placer, 1431; Sobre el libre
albedrío, 1435-1439; Discurso sobre la falsa y engañosa donación de
Constantino, 1440; tres libros de Historia de Fernando, rey de Aragón,
1445-1446 ).
Características filosóficas
1.
Una de las características más notables del Renacimiento es el
antropocentrismo, lo que supone una valoración no sólo de la personalidad del
ser humano, sino también de su individualidad.
2.
También el naturalismo irá asociado al desarrollo del Renacimiento. Se destacan
los aspectos naturales del hombre versus los aspectos sobrenaturales. Es algo
de lo que encuentran los renacentistas que "vuelven" a Aristóteles:
la separación del universo y de Dios y la exaltación de la naturaleza; al igual
que los que se "vuelven" hacia Platón, buscando una religiosidad
natural y la exaltación del hombre y de su libertad (el hombre no es malo, es
ignorante, no necesita, pues, la gracia divina para su redención).
3.
Bacon, Copérnico, Galileo, Kepler, son figuras centrales en el desarrollo de la
ciencia, que supondrá la destrucción de la imagen ptolomeica del mundo,
inspirada en el universo cerrado y geocéntrico de las dos esferas; la creciente
y progresiva matematización de la naturaleza y el desarrollo del método
experimental serán dos de las bazas más significativas de su triunfo.
4.
El Renacimiento supone pues el renacer del espíritu de libertad de un ser
humano que se quiere inserto en la naturaleza y en la historia.
El siguiente link puede servirle a comprender mejor el tema...
VIDEO SOBRE EL RENACIMIENTO
VIDEO SOBRE EL RENACIMIENTO
ESTADO-NACIÓN EN EL SIGLO XVI EN INGLATERRA, FRANCIA Y ESPAÑA
Según
algunas doctrinas de la ciencia política, un Estado-nación se caracteriza por
tener un territorio claramente delimitado, una población relativamente
constante (si bien no fija), y un gobierno.
El
Estado-nación nace, históricamente, mediante el tratado de Westfalia, al final
de la guerra de los Treinta Años (1648). Mediante este tratado se acaba con el
antiguo orden feudal y se da paso a organizaciones territoriales y
poblacionales definidas en torno a un gobierno que reconoce sus límites
espaciales y, por lo tanto, de poder.
El
progreso del Estado moderno no consistió solamente en un desplazamiento de las
viejas instituciones, sino su completa renovación, su predominio con las nuevas
autoridades de la nación, creando un orden social nuevo (liberal, burgués y
capitalista), al eliminarse las viejas formas estamentales de origen feudal del
Antiguo Régimen mediante un triple proceso revolucionario: Revolución liberal,
Revolución burguesa y Revolución industrial.
Sin
embargo, el proceso distó de ser una revolución instantánea, pues a pesar de
que se produjeron periódicamente estallidos revolucionarios (Revuelta de
Flandes, Revolución inglesa, Revolución estadounidense, Revolución francesa,
Revolución de 1820, Revolución de 1830, Revolución de 1848), como proceso de
larga duración, lo que tuvo lugar fue una lenta evolución y transformación de
las monarquías feudales. Primero se transformaron en monarquías autoritarias y
luego en monarquías absolutas, que durante el Antiguo Régimen fueron
conformando la personalidad de naciones y Estados con base en alianzas
territoriales y sociales cambiantes de la monarquía; tanto de unas monarquías
con otras como de cada monarquía en su interior: en lo social con la ascendente
burguesía y con los estamentos privilegiados, y en lo espacial con el
mantenimiento o vulneración de los privilegios territoriales y locales
(fueros).
¿Cómo era políticamente la Europa occidental
bajo el feudalismo? Predominaba la descentralización política, no existía
unidad política. Los señores feudales y reyes y reyesuelos, de dueños de las
tierras, más pequeñas o más grandes, ejercían su dominio en cada uno de estos
feudos.
Pero el desarrollo capitalista dio lugar a la
necesidad de un Estado fuerte, con órganos de administración que dirigieran
desde un centro político las actividades del país, que guiara su política
económica con el exterior, que organizara la seguridad y pusiera orden en los asuntos internos. Se
establece una vinculación entre Estado (monárquico absoluto) y la nueva
economía capitalista. Aparece el Estado moderno. El nuevo sistema económico o
empresa capitalista necesita de un Estado fuerte, encarnado en un monarca
absoluto, que ostenta el poder, el dominio sobre un determinado territorio, es
decir, que ejerce soberanía en él y sobre un conjunto de personas con
determinadas características (Estado-Nación). El nuevo Estado necesita, a la
vez, de los empresarios particulares, quienes les suministran préstamos para
sus gastos y para hacer la guerra.
Al principio las naciones son, en
gran medida, creaciones artificiales, puesto que el rey unifica bajo su mando
los territorios que puede dominar, sometiendo a la nobleza rebelde.
Los grandes Estados que van a
dirigir la vida de Europa durante los siglos XVI, XVII y XVIII, por ejemplo,
España, Francia, e Inglaterra son ya naciones gobernadas por monarquías
autoritarias o monarquías absolutas. Son pues los primeros Estados “modernos”.
Surge a la par del Estado moderno toda una
justificación teórica y se desarrolla el concepto de “política” para el período
moderno. Dos posiciones fundamentales hay en relación con la esencia del
Estado. Para el marxismo el Estado es desde sus orígenes un Estado opresor, un
instrumento de dominación, un mecanismo de la clase o clases dominantes para
continuar apropiándose de los medios de producción y sometiendo de esta manera,
a las otras clases sociales. Esta corriente de pensamiento destaca que el
Estado es la expresión política de la clase dominante; es el encargado de
asegurar la permanencia de la estructura económica en el marco de una
delimitación territorial dada. El Estado en consecuencia, es la expresión
superestructural más clara de la división de la sociedad en clases es el
instrumento político de la clases opresoras, cuya función básica consiste en
mantener los sistemas de explotación imperantes.
Otra concepción de Estado nos
sugiere que éste y su conjunto de instituciones surge como consecuencia de la
necesidad de organizar a la sociedad y la lógica de su funcionamiento, de esta
forma el Estado es un conciliador, un arbitro, un mediador entre las clases
sociales y entre éstas y el propio Estado. Así se evita el desorden y la
anarquía en una sociedad.
Todo
Estado debe de contar con los siguientes elementos básicos: a. Un territorio o
espacio geográfico en el cual ejerce soberanía, o sea, poder sobre su
territorio (soberanía interna) y respecto a otros Estados (soberanía externa);
b. Una población que, con el desarrollo histórico, se torna en una comunidad
con determinadas características (la nación) y c. Una estructura política
organizada (el gobierno). El Estado posee por lo demas de un aparato jurídico
administrativo y, en general, institucional. El Estado moderno aparece
controlado por la nobleza feudal que se halla alrededor del monarca absoluto.
A pesar de que al “inicio” hubo una simbiosis
entre empresa (capitalista) privada y monarquía autoritaria, ésta estuvo
dominada por una nobleza feudal terrateniente. La burguesía, clase dominante
en el capitalismo, no llegaría a tomar
el poder político sino con las “revoluciones burguesas”, como la inglesa desde
el siglo XVII, y la Revolución Francesa, una revolución burguesa del siglo
XVIII.
El
absolutismo tuvo sus teóricos a partir fundamentalmente, de Nicolás Maquiavelo
(1469-1527), quien vivió en una Italia dividida, desunificada y bajo la
“nefasta” presencia de la Santa Sede. Su obra “El Principe” es una especie de
manual para los monarcas absolutos. En él se da la secularización de la
política y del Estado. La política es independiente de la de la moral y la
religión. El Estado es laico, la religión debe estar subordinada al Estado. La
expresión “el fin justifica los medios” sintetiza, en gran medida el
pensamiento de Maquiavelo y el ascenso de la unificación nacional bajo un
Estado fuerte, poderoso, absoluto que se convertiría, al mismo tiempo, en base
de apoyo para la empresa capitalista. Y es que precisamente “Maquiavelo nace con
el desarrollo del Estado capitalista. Sus enseñanzas políticas tienen plena
vigencia en este contexto capitalista” (Formoso, 1985: 36).
Thomas
Hobbes (1588-1679) fue un defensor del absolutismo pero negó siempre la
“doctrina del derecho divino de los reyes”, se la cual el poder del monarca
proviene de Dios. Su pensamiento se estructura a lo largo del siglo XVII,
definido, por un lado, por una crisis general que permitió, empero, la
eliminación de trabas que hasta entonces obstaculizaban el triunfo del
capitalismo; y por otra parte, por los efectos que que producían ya, el
Humanismo, el Renacimiento y la Reforma. El mundo universalista medieval dio
paso a otra concepción, a la concepción de que el mundo es “mundano” y la
razón, situada en un nuevo plano, se convirtió en su instrumento.
EVOLUCIÓN
DE LOS PAÍSES OCCIDENTALES HACIA EL ESTADO
MODERNO:
MONARQUÍA vs. NOBLEZA
Durante
la guerra de los Cien Años, Francia alcanzará su unidad. Al igual que en la
mayoría de los países occidentales, la monarquía tendrá como único rival a la
hora de centralizar el poder a la alta nobleza, es decir, a los grandes señores.
El caso francés no será menos. El peligro de la monarquía francesa estaba en
los grandes señores (Bretaña, Borgoña, Orleáns…) que pretendían dominar el consejo
del rey. Con Luís XI (1461-1483) se vivió una larga lucha contra la alta
nobleza: negoció, prometió y pagó dinero para desarmar a sus enemigos12. Por
otra parte extendió sus dominios, arrebatándole parte a Borgoña, incorporó el
Rosellón y Cerdeña (que pertenecían a la Corona de Aragón), compró Montpellier,
además, a través de enlaces matrimoniales integró la mayoría de los antiguos
territorios feudales que todavía quedaban en suelo francés…
Por
todo ello, podemos afirmar que en 1541 Francia era ya el Estado más extenso y
más unificado de todo el occidente europeo.
Por
su parte, Inglaterra, a principios del S. XV estaba dominada por unas 50 familias
de lores. Éstas se aglutinaron más tarde en torno a dos poderosas familias, los
ancaster, que tenían como emblema la rosa roja, y los Cork, cuyo emblema era la
rosa blanca. Ambas se enfrentaron en una guerra civil, “la guerra de las dos
rosas”, que terminará con la subida al trono de una nueva dinastía, los Tudor,
con Enrique VII (que estaba emparentado con ambas familias). La única beneficiada
de la guerra fue una vez más la monarquía, que con el apoyo de una burguesía deseosa
de paz, supo imponer su autoridad a los nobles.
En
cambio, Castilla vivirá uno de los peores momentos de la monarquía con Enrique
IV, ya que en esta época el pulso por el control del poder estará muy reñido entre
el rey y la nobleza. Enrique IV (rey de personalidad débil) consiguió en un
primer momento sostener el dominio monárquico apoyado por la pequeña nobleza.
La lucha con la alta nobleza fue tal, que incluso se llegó al extremo de
destronar simbólicamente al rey en lo que se conoció como “la farsa de Ávila”.
Finalmente,
el problema sucesorio provocará incluso una guerra civil hostigada por dos
secciones nobiliarias claramente definidas, por una parte los que apoyaban a Juana
(hija de Enrique IV) y por otra los que apoyaban a Isabel (hermana de Enrique IV).
Definitivamente, Isabel será coronada reina, lo que quizás no sabían los nobles
que la apoyaron es que Isabel I no iba a estar dispuesta a someterse a las
presiones de los nobles. Tras su matrimonio con Fernando de Aragón y la fuerte
personalidad autoritaria de ambos provocará el establecimiento de una monarquía
autoritaria. Con una política inteligente y apoyada por la Corona de Aragón
dominó y apaciguó a la nobleza castellana. Por tanto, los reyes Católicos
lograron controlar el creciente poder de la nobleza formando un Estado con
fronteras perfectamente delimitadas (para contentar a la nobleza, se las “gano”
ofreciéndoles cargos públicos bien remunerados).
Podemos
decir, que a finales del S. XV la unión personal de los dos grandes reinos
(Castilla y Aragón) consolidó la unión territorial de los reinos peninsulares y
supuso el afianzamiento de la monarquía autoritaria.
Así
pues, la unión de las dos coronas fue solamente el comienzo de la unificación
de España. Unificación que pacientemente tratarán de fundar los reyes católicos,
para ello, y entre otras cosas fomentarán los matrimonios de familias de nobles
catalanas y castellanas, colocarán a eclesiásticos castellanos en importantes cargos
en Cataluña, y ante todo, supieron ser pacientes y no enfrentarse a las autonomías
de los Reinos de la Corona de Aragón para no debilitar la unificación (por tanto,
aquí no se planteó la batalla de la centralización ya que con centralizar
Castilla sobraba para afirmar el poder estatal, con sólo dos instrumentos: los
impuestos y el ejército). Por otra parte, la unificación religiosa fue también
un elemento de unidad territorial, con la creación de la Inquisición (única
institución que funcionaba en los dos reinos), sin olvidar también la
demagógica expulsión de los judíos. También contribuyeron a la unificación la
propia política expansiva, ya que incrementaba el sentimiento de un Estado
unificado con unas fronteras bien delimitadas (toma de Granada, 1492; ocupación
de las canarias, 1496; anexión de Navarra, 1512; conquistas de emplazamientos
estratégicos en el norte de África como Melilla u Orán…) y por supuesto, la
política de alianzas matrimoniales, que garantizaba la estabilidad del nuevo estado.
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